ITATA, LA EXPANSIÓN ECONÓMICA EN EL CAMBIO DE SIGLO (XIX-XX)


La matriz económica de Itata en la segunda mitad del siglo XIX estuvo marcada por la apertura de sus mercados a productos nuevos, si bien, anterior a ello, el conocimiento de su productividad era bastante conocida, con el crecimiento de los puertos de exportación e importación, facilitaron el desarrollo del área comercial e inversión en potenciar la productividad[1]. Las sociedades comerciales fueron una buena base para sostener la avalancha de productos y con ello, apostar por nuevas prácticas que hicieran percibir mayor capital; la mayor parte de las inversiones se destinaban a la compra de mercadería[2]. En su mayoría, la mercadería que llegó a Itata provenía de los puertos cercanos, por orden de importancia, el puerto de Tomé cumplió un rol fundamental para exportar e importar, de  no menor importancia fue Constitución y Buchupureo; éste último tuvo un menor desarrollo debido a factores geográficos e inversiones. A pesar de ello, las rutas comerciales itateñas consideraban Buchupureo como un puerto prominente en ciertos períodos del años, generalmente, durante los lapsos invernales cesaba sus funciones, debido a problemas de clima y conectividad[3]. Las actividades económicas en Itata abarcaban las más diversas funciones, los movimientos rurales y urbanos dinamizaron las oportunidades de prosperidad y, en el cambio de siglo, se proyectaba de buena manera el desarrollo económico. En la ruralidad, la hacienda-fundo proporcionaba los productos necesarios para comercializar dentro del espacio urbano y a la vez, ir más lejos, comercializar en los principales focos expansivos de la región; las “líneas de coches”[4]y carretas proporcionaban la conexión básica para trasladar lo producido; Chillán, San Carlos, Cauquenes, Coelemu, Trehuaco, Cobquecura y Ninhue eran los puntos más cercanos de conectividad que proporcionaba el encuentro comercial[5]. A pesar de todo el avance modernizador que ofrecía la ciudad, el campo aún se desarrollaba la mayor parte de la materia prima que podía sostener la economía departamental, hacia finales de la década de 1880 la productividad, dominada en su mayoría por la siembra de trigo blanco, consideraba la siembra de 28.019 fanegas en el años 1886, para cosechar al año siguiente 226.234 fanegas[6], de la misma manera, lo correspondiente al año 1887 en siembra, corresponde a 26.028 fanegas, cosechando en el año 1888 la cantidad de 187.258 fanegas; existiendo un descenso de la productividad del trigo blanco de un año para otro[7]. Sin duda, la producción rural no recae tan solo en el trigo blanco, hay que incorporar dentro de la dinámica económica al trigo amarillo, cebada, maíz, frejoles, lentejas, garbanzos, arvejas, papas, nueces, linaza, centeno, lino, charqui, chicha, vino y mosto, aguardiente, vacunos, caballares, ovejuno y cabrío, cerdos, olivos, y colmenas, sumando además 53 máquinas para desarrollar las diversas actividades[8]. La regularidad de las cosechas tiene que ver con la abundancia de las aguas y el clima apto para su desarrollo, como se advirtió, desde los tiempos coloniales las tierras itateñas fueron solicitadas por vecinos de Concepción; debido al conocimientos productivo de sus tierras[9].

Insistiendo en la productividad del recurso estrella de Itata (trigo blanco), en la capital del departamento fluctúa entre $3.75 y $4.00, similar análisis se hace de los precios del trigo que ofrecen los exportadores en Valparaíso ($3.90 a granel y a bordo en Talcahuano) y los que piden los productores y que no bajan de $4.30, han traído una falta de operaciones completa, a lo que se agrega que el mercado europeo denota una declinación de 6 peniques y, además, que los molinos de la capital, que son los que realmente han hecho subir el artículo en el sur, se encuentran bien provistos de trigo y son por el momento débiles compradores[10]. La importancia de los cereales chilenos, en especial aquellos que se producían en la zona centro sur de Chile fueron tomando importancia a finales de la década de 1880, en la región, Argentina dominaba el plano cerealero, pero a partir de las inclemencias del clima, el cereal chileno cobró importancia para suplir las necesidades de las naciones de la región. Los focos expansivos de Concepción y Talcahuano se encargaron de exportar a los paises solicitantes, dando solución a sus problemáticas  el envió quincenal asciende a 25.000 hectólitros, todo para Montevideo y al precio de $4.50, a granel y a bordo en Talcahuano[11]. El mercado del trigo se diversificó en la segunda mitad del siglo XIX, no tan solo se atendía el mercado regional, se comprendía los mercados europeos y norteamericanos (California); el mercado nacional se encontraba inundado del producto cerealero[12]. Hacia finales de la década, en especial, el año 1889 marca un un período ambivalente en la economía itateña, hay dos factores que marcaran profundamente las relaciones comerciales, en especial con el principal puerto del sur de Chile (Talcahuano); el primer factor decisivo será las malas noticias europeas en función al precio del trigo, donde nuevamente sus índices son a la baja (4.000 hectolitros fue la última venta, pero solo fue una venta especial) de $4.65 a $4.70 se cotiza en el mercado a granel y a bordo en Talcahuano. El otro factor decisivo y que tiene en velo la producción del interior del valle del Itata, es el corte en el puente del Rio Bio-Bio que ha afectado la entrega del cereal de la frontera, a la fecha, se estima que las reparaciones que se están haciendo al principal punto de acceso de los productores del sur, finalizaran en medio del invierno, por lo que está provisto de atrasos innecesarios. En función a aquello, es posible contar con otras alternativas para suministrar cereales a las bodegas de Talcahuanos, siendo la zona centro-sur la encargada de velar por aquella solicitud. 

A inicios de 1890, las cosechas en Itata no fueron muy halagadoras  si bien, se venía presentando un descenso en las semillas sembradas (trigo) desde mediados de la década, no es de sorprender que el valor del cereal también se haya visto diezmado, rondando entre los $3.50 y $4.00 fanega[13]. De igual manera, se puede establecer que la agricultura local ha visto un descenso en las semilla sembradas, no tan solo sobre el trigo, si no que en la mayoría de los productos obervados. Hay que establecer de igual forma que los indices hablan de dos períodos, por lo que puede resultar un proceso descendiente o coyuntural en el tiempo. 

 

Agricultura en Itata (semillas sembradas)

Producto

1886 (fanegas)

1887 (fanegas)

Trigo

28.019*

26.191*

Cebada

710

559,8

Maíz

455

479,5

Frejoles

613

578

Lentejas

101

163,9

Garbanzos

29

8,2

Arvejas

2.270

2.068

Papas

5.328

4.430

Centeno

56

19

·     * Trigo blanco sumado al trigo amarillo.

·     En los años 1888, 1889 y 1890 no se registra información referida a las semillas sembradas

Agricultura en Itata (Cosechas)

Producto

1887 (fanegas)

1888 (fanegas)

1889 (fanegas)

1890 (fanegas)

Trigo

227.682 * 

187.975*

163.707*

150.929*

Cebada

5.412

4.584

3.826

2.129

Maíz

9.925

8.224

11.694

9.003

Frijoles

4.555

4.797

5.160

5.002

Lentejas

758

-

1.200

502

Garbanzos

332

215

349

282

Arvejas

13.355

11.990

9.550

9.894

Papas

27.305

26.835

21.846

20.884

Nueces

570

336

567

90

Centeno

638

195

196

155

Lana

-

2.438 **

1.055 **

1.262**

Charqui

138 **

53 **

54 **

34**

Grasa

401 **

59 **

36  **

109**

Chicha

12.205***

5.145***

2.300***

6.150***

Vino y mosto

107.365***

147.790***

125.985***

224.701***

Aguardiente

4.682***

3.687***

3.842***

7.745***

Coñac nacional

50***

50***

39***

8***

Burdeo nacional

3.540***

180***

5.699***

4.587***

Vacunos

5.201

3.570

3.940

5.292

Caballar

1.865

634

643

930

Ovejuno y Cabrio

27.092

19.231

20.925

24.424

Cerdo

3.311

1.724

1.574

2.609

Olivares

1.293

840

1.373

1.521

Colmenas

249

480

159

416

Máquinas

53

41

85

75

Fuente: Períodico “El Arturo Prat” (Quirihue)

·     * Trigo blanco sumado al trigo amarillo. 

·     ** Unidad de medida (quintales)

·     *** Unidad de medida  (@; arroba)

 

En función a las cosechas en la segunda mitad de 1880, existen dos productos trascendentales en la economía-comercio de Itata, en primer lugar, conociendo el descenso de las semillas de trigo sembradas en el período 1886-1887 (28.019 fanegas - 26.191 fanegas respectivamente), existe una relación en las semillas cosechadas, descendiendo considerablemente en el período 1887-1890 (227.682 - 187.975 - 163.707 - 150.929 respectivamente), y por otra parte, el vino y mostos muestran un creciente aumento al finalizar la década, el año 1890 representa un aumento de un 78% (1889: 125.985 – 1890: 224.701 arrobas respectivamente) en comparación al año anterior que había caído en -17% (1888: 147.790 – 1889: 125.985 arrobas respectivamente) la producción de aquel producto.  

Tras las cosechas en la nueva década (1890), la harina de trigo fue tomando importancia a nivel nacional e internacional, su demanda se disparó en la costa norte, marcas de Santiago se venden de $4.50 a $4.80, en tanto, las del sur a $4.35 y $4.70. No obstante, en Santiago hay compradores a $4.50 y en Talcahuano a $4.20 a bordo. Por la incesante necesidad del producto, los especuladores establecen que el precio del trigo podría ver elevado su valor[14]. Así es como se establece que a mediados de año, los precios en la plaza de Chillán suben considerablemente, encontrando al hectolitro a $5.50; la tendencia confirma su estabilidad dentro del mercado, por lo que su valor podría seguir subiendo[15]. A pesar del aumento considerable del precio del trigo, la necesidad por harina de trigo en la capital y norte de Chile, aquella demanda es suplida por el comercio desarrollado entre el puerto de Talcahuano y las casas comerciales de Santiago y Valparaíso. Sin embargo, Itata de manera obligatoria debe reinventarse en su desarrollo económico al igual que el puerto de Tomé; orientando su productividad al vino y mosto, decayendo considerablemente la producción de trigo. 

De igual forma, el comercio en Itata se vio favorecido por el impacto generado por las relaciones económicas que se establecieron entre los principales focos de comercio, en especial con los puertos, las ciudades en formación y las dinámicas comerciales que aplicaron los actores sociales en el Chile rural, es así, como estos actores expandieron sus influencias y empezaron a acaparar las diversas formas de realizar comercio. A finales de la década de 1880, los comerciantes miraron con buenos ojos invertir en las florecientes ciudades, pero era muy arriesgado hacerlo a mucha distancia, para remediar aquello e ir probando su suerte, se aventuraron a buscar las ciudades más cercanas y abrir nuevas casas comerciales. Tal es el caso de las casas establecidas en la cercana ciudad de Cauquenes  ahí, los señores Fernandez, dueños de la tienda “La Rosa y Justa”, apostaron por abrir una sucursal en Quirihue, provocando una dinámica comercial alentadora, su ubicación era en la calle del Comercio, esquina de don Anselmo Segundo Bustos[16]. Sin duda, la expansión de las casas comerciales hacia otros lugares, era una de las etapas de crecimiento que desarrollaba una ciudad; la estabilidad que proporcionaba el comercio en Cauquenes, le aseguraba poder expandir su rubro, invirtiendo en el dinamismo de otros espacios. 

En la misma línea, las sociedades comerciales comenzaron a aparecer en gran cantidad, los rubros a las que se dedicaban eran amplios, enfocadas al comercio de productos nacionales e internacionales, hacia finales de la década, el comerciante en Itata se dio cuenta que debía apostar a ampliar su matriz económica. En Quirihue, don Hermójenes Ugarte, G., don Osvaldo Córdova y doña Evarista Gónzales, formaron una sociedad bajo la razón “Ugarte, Córdova y Compañía” que tendría como objetivo la compra y venta de licores nacionales y extranjeos y la elaboración de los mismos. Cada uno de los integrantes aportarían con mil pesos y sería el señor Córdova quien administraría la sociedad. La sociedad tendría una fecha de caducidad, a partir del primero de julio del presente año, su duración sería de seis años[17]. De igual forma, así como se inician sociedades comerciales, es bien sabido que sus disoluciones eran una temática recurrente, no todas respondían a un mal manejo de su administración, algunas caían en la disolución por caducidad otorgada en su conformación, quiebra o simplemente diferencias entre los acreedores. 

Sin duda que las sociedades y casas comerciales se establecieron en las florecientes ciudades que se levantaron entre la frontera y el Chile central, ello provocó un atractivo espacio para desarrollar variadas actividades; profesionales y personales[18]. Los procesos de migración campo-ciudad no estuvieron bien definidos en la segunda mitad del siglo XIX en la zona descrita, aún se confundía la estadía y relación entre los dos espacios, los factores que facilitaron esta dinámica están en el orden del tiempo y espacio geográfico; la cercanía de los fundos-haciendas con las ciudades y su inversión en éstas, no extrapoló, ni alejó a los actores sociales de los dos espacios, por lo que cada actor tenía cierta participación en el campo, como en la ciudad, los individuos se encontraban en medio, armonizando las relaciones económicas-sociales. 

El floreciente departamento, facilitó el desarrollo de variadas actividades comerciales-económicas; la mayor parte de las tradiciones coloniales se mantuvieron intactas en Itata, debido a que el progreso aùn no se había hecho sentir en el recambio tecnológico que sí, lo estaba haciendo en la mayor parte del Chile central. Como se evidenció, los capitales no se reinvirtieron en la mejoría de la producción, lo que proyectó las prácticas laborales hasta un nuevo recambio; las relaciones sociales, económicas  culturales, políticas y religiosas se resistieron a cambiar, pero a la vez, de una manera arcaica, intentaron responder a un mercado y Estado modernizador. 

 

Matrícula de los establecimientos profesionales e industria que, según la lei del 22 de Diciembre 1866, deben pagar patente fiscal en el departamento del Itata[19].

 

Capital departamental “QUIRIHUE”

Nombre del contribuyente

Categorías

Valores

Abogados

 

 

Francisco B. Bustos

$5.00

Juan N. Concha

$5.00

Pedro T. Parra U.

$5.00

Tiburcio Benavente

$5.00

Benjamín Domínguez 

$5.00

Droguería

 

 

Adela León v. de Turenne.

$15.00

Bótica

 

 

Juan Bautista Galdames

$15.00

Barracas de madera

 

 

Diego Meza C.

$10.00

Casa de préstamos

 

 

J. Amador Bustos

$25.00

Vicente Rifo

$20.00

Trinidad Urrutia 

$20.00

Despacho de provisiones

 

 

Nasario Pantoja y Cª

$15.00

Manuel Salvo

$15.00

Juan de Dios Villarroel

$10.00

Despacho de licores

 

 

Pablo Muñoz

$10.00

Quintiliano Alarcón

$10.00

J. del Transito Soto

$10.00

Manuela Canales

$10.00

Leonardo Medina

$10.00

Manuel J. Villlanueva

$10.00

J. Manuel Santos

$10.00

Manuel J. de la Torre

$10.00

Juan José Salgado

$10.00

Florentina Ibieta

$10.00

Pascuala Sanhueza

$10.00

Basilio Constanzo

$10.00

José del Carmen M

$10.00

Diocisto Placencia

$10.00

Abelardo Calabrán

$10.00

Catalino Medina

$10.00

J. María Domínguez

$10.00

Eulojio Vásquez

$10.00

Nieves Muñoz

$10.00

Luciano Arellano

$10.00

Caterina Mellado de M.

$10.00

J. del C. Campos G

$10.00

Heriberto Gaete

$10.00

Matías Mena

$10.00

Narciso Yañez

$10.00

Maximiliano Muñoz

$10.00

Juan B. Miranda

$10.00

Luz Pérez

$10.00

Aníbal Moga

$10.00

David Salazar

$10.00

S.ª de J. de D. Contreras

$10.00

Exequiel Vergara

$10.00

J. del Carmen Retamal

$10.00

Juan de Dios Torres

$10.00

Bernabé Soto

$10.00

Manuel A. Romero

$10.00

Fábrica de carretones

 

 

Lindor Ortíz

$5.00

J. Anjel Vásquez y Cª

$5.00

J. Nieves Espinosa

$5.00

Fábrica de teja y ladrillos

 

 

Justo Urrutia

$3.00

Teresa Nuñez

$3.00

Pedro Concha

$3.00

Felix Roa

$3.00

Pedro A. Concha

$3.00

Hotel

 

 

Belisario J. Ortiz

$30.00

Imprenta Tipografía 

 

 

Joaquín Poblete C.

$20.00

Molino con una parada de piedra

 

 

Juan de Dios León y Cª.

$15.00

Notario público

 

 

Pedro N. Muñoz I. 

-

$10.00

Panaderia fracesa

 

 

Pedro A. Concha

$10.00

Procurador del número

 

 

J. Domingo Sanhueza R.

-

$10.00

Pedro José Roman

-

$10.00

Secretario de Juzgado

 

 

Anselmo 2º Bustos

-

$10.00

Tienda de mercaderías

 

 

Nazario Pantoja y Cª.

$20.00

Fernandez Hermanos

$15.00

Juan de la C. León

$15.00

Manuel Salvo

$15.00

Francisco Fuentealba

$15.00

Petronila Salvo de F.

$15.00

Concha Hermanos

$15.00

S.ª de J. de D. Contreras

$15.00

Eulojio Ciudad

$10.00

Narciso Urrutia

$10.00

Mariana Camel

$10.00

Sofía Aguilera

$3.00

Salvador Arriagada

$3.00

 

Subdelegación rural “El MANZANO”

Nombre del contribuyente

Categorías

Valor

Fábrica de tejas y ladrillos

 

 

José María Bustos

-

$3.00

Anacleto Placencia

-

$3.00

Eduvije Valdebenito

-

$3.00

Molino con una parada de piedra

 

 

J. María Bustos

$5.00

Victor Lamas

$5.00

Juan de Dios 2º Vilicuta

$5.00

Juana María Inostrosa

$5.00

Soc. de Narcisa Romero

$5.00

J. Mercedes Cartes

$5.00

Tienda de Mercadería

 

 

Pedro J. Bustos

$5.00

Leando Fuentealba

$5.00

J. de las Nieves Arriagada

$5.00

 

Subdelegación rural “TREHUACO”

Nombre del contribuyente

Categorías

Valor

Fábrica de tejas y ladrillos

 

 

Tomasa Chandía

-

$3.00

Marcelo Toledo

-

$3.00

J. Felix Valenzuela

-

$3.00

Luis Urrutia

-

$3.00

Despacho de licores

 

 

José Manuel San Martín 

$5.00

Juana Torres

$5.00

Manuel J. Cabrera

$5.00

Ercilla Saavedra

$5.00

María Isidora Hernández

$5.00

Tienda de Mercadería

 

 

J. del Rosario Monsalve

$10.00

Hilario Bustos

$5.00

Manuel J. Contreras

$5.00

José de la Rosario Llanos

$2.50

Emilio Aros

$2.50

 

Subdelegación rural “PORTEZUELO”

Nombre del contribuyente

Categorías

Valor

Casa de préstamos 

 

 

J.Dolores Arancibia

$12.50

Fábrica de teja y ladrillos

 

 

Matías Alarcón

-

$3.00

Miguel Humaña

-

$3.00

Jacinto Monroi

-

$3.00

Manuel Campos

-

$3.00

Despacho de licores

 

 

Carmen Torres 

$5.00

Remijio Palma

$5.00

Antonio Gutierrez

$5.00

Carmen Bustamante

$5.00

Petrona Fuentes

$5.00

Tienda de Mercadería

 

 

Jacinto del T. Vivanco

$10.00

Teléforo Alarcón

$5.00

J. Belisario Molina

$5.00

Rosendo García

$5.00

José Timoteo Venegas

$5.00

Manuel F. Arancibia

$5.00

Honoria Romero

$1.50

 

Subdelegación rural “NINHUE”

Nombre del contribuyente

Categorías

Valor

Casa de préstamos 

 

 

Artemio Belmar

$12.50

Benulio Díaz

$10.00

Despacho de licores

 

 

Juan M. Bravo

$5.00

Celso Valdebenito

$5.00

J. del Rosario Soto

$5.00

Nazario Aguirre

$5.00

Emeterio Belmar

$5.00

J. María Irribarra

$5.00

Juan de Dios Alvear

$5.00

Evaristo Sepúlveda

$5.00

Antonio Caro

$5.00

J. del Carmen Venegas

$5.00

J. del Carmen Díaz 

$5.00

Telésforo Unda

$5.00

Tienda de Mercadería

 

 

Elías Arancibia

$10.00

Pablo Benavente

$5.00

Manuel Salvo

$5.00

Horacio Daza

$2.50

Elías Arancibia 

$2.50

María C. Maldonado

$1.50

Sentorosa Villanueva

$1.50

Nazario Belmar

$1.50

Macedonia Urrutia

$1.50

 

Subdelegación rural “POCILLAS”

Nombre del contribuyente

Categorías

Valor

Despacho de licores

 

 

Faustino Ramírez 

$5.00

Pedro Sepúlveda

$5.00

Dorila Prado

$5.00

Juan Antonio Valenzuela

$5.00

Perfecta Molina

$5.00

Tienda de Mercadería

 

 

José Manuel Prado

$10.00

Lorenzo Espinoza

$5.00

Benito Manríquez

$5.00

Pedro Cerda

$2.50

Fortunato Muñoz

$1.50

 

Subdelegación rural “LA RAYA”

Nombre del contribuyente

Categorías

Valor

Molino con una parada de piedra

 

 

Juan Miguel Inostrosa

$5.00

Juan de Dios Hormázabal

$5.00

Benjamín Vera

$5.00

Luciano Molina

$5.00

J. Miguel Carmona

$5.00

Soc. de Leandra Bustos

$5.00

José María Bustos

$5.00

 

Subdelegación rural “BUCHUPUREO”

Nombre del contribuyente

Categorías

Valor

Bodega pública

 

 

Juan España

-

$7.50

Agencia para despacho de B.

 

 

Juan España

-

$7.50

Despacho de licores

 

 

Emilio Vera

$5.00

Benedicto Agurto

$5.00

J. Miguel Neira

$5.00

Alejandrino Venegas

$5.00

Molino con una parada de piedra

 

 

Luis Roa

$5.00

Soc. de Faustino Muñoz

$5.00

Soc. de Mariano Jara

$5.00

Fidel Veras

$5.00

Tienda de mercadería

 

 

Emilio Espejo

$10.00

Clodomiro Torres

$5.00

Eustaquio Torres

$2.50

Anjela Sanchez

$1.50

 

Subdelegación rural “COBQUECURA”

Nombre del contribuyente

Categorías

Valor

Despacho de provisiones

 

 

Féliz Inostrosa

$7.50

Dionisia Puentes

$7.50

Despacho de licores

 

 

Gregorio Vega

$5.00

Buenaventura Rodríguez

$5.00

Elías Lenias 

$5.00

Cármen Fuentes

$5.00

Pedro A. Gajardo

$5.00

Manuel Monsalve

$5.00

Pedro Ramírez 

$5.00

Ernestina Badilla

$5.00

María Oviedo

$5.00

Leonor Fuentes

$5.00

Victoria Ramírez 

$5.00

Arcenio Alarcón

$5.00

Joaquín Rojas

$5.00

Francisca Sanhueza

$5.00

Francisco Cerna

$5.00

Lorenzo Garcés 

$5.00

Simón Silva

$5.00

Rosario Ramírez

$5.00

Francisca Acuña

$5.00

Pascuala Bastías

$5.00

Daniel Sanhueza

$5.00

Fermín Velásquez 

$5.00

Brijido Sepúlveda

$5.00

José Miguel Valdebenito 

$5.00

Fábrica de carretones

 

 

José del Carmen López

-

$2.50

Juan Anríquez 

-

$2.50

Udefonso López

-

$2.50

Fábrica de teja y ladrillos

 

 

Tránsito Tapia 

-

$3.00

Venancio San Martín

-

$3.00

Plácido Carrera

-

$3.00

Molino con dos parada de piedra

 

 

Victor M. Mora

$15.00

Molino con una parada de piedra

 

 

J. Anlerto Cornejo

$5.00

Damásco Bustos

$5.00

Tienda de mercadería 

 

 

Gregorio 2º Vega

$10.00

Victoriano Cadénas 

$7.50

Sotero Vega

$5.00

 

Subdelegación rural “COLMUYAO”

Nombre del contribuyente

Categorías

Valor

Despacho de licores

 

 

Pedro A. Bustos

$5.00

Benjamín Chandia

$5.00

Pedro Silva

$5.00

Luis Mena

$5.00

Fuente: Períodico “El Arturo Prat” (31 de julio 1890)

            

En la segunda mitad del siglo XIX, el desarrollo del comercio se transformó en un pilar fundamental en la economía local, en la mayor parte de las subdelegaciones en que estaba dividido el departamento, se consolidaban locales comerciales que importaban productos y ofrecian al mercado variadas especies de consumo. De igual o mayor importancia resultó ser el producto local, la consolidación del “ciclo cerealero[20]” a nivel país, trajo consigo un auge de su productividad hasta la década de 1870[21], pero, visto el retroceso de la cantidad de semillas sembradas y cosechadas en Itata en la segunda mitad del siglo XIX, responden a complejos factores internos y externos de crisis; por una parte, la “frontera” se consolidó como “granero de Chile” y el resto de Chile solo pasó a ser un espacio de segunda importancia, por otra parte, los hacendados descansaron, sentados en su estructura, confiados en su status inamovible, no hicieron mucho para enfrentar los desafíos económicos. Quienes estuvieron atento a los cambios generados por la economía internacional y nacional, alcanzaron a invertir lo mínimo o se tuvieron que reinventar a tiempo en otras prácticas, cambiar el rubro, producto o invertir en otros asuntos. Itata al sentir el golpe de la crisis internacional[22]y posteriormente, sus efectos en el plano nacional, tuvo que reorientar su productividad hacia un elemento menos internacional, pero que había mantenido una creciente importancia comercial; el trigo no era confiable a partir de la década de 1880. No obstante, el recambio productivo no supuso una eliminación definitiva del trigo en Itata, si no, más bien, se diversificó la matríz económica local, dando mayor importancia a otro tipo de productos y no depender sustancialmente del cereal. El vino y mosto tomó un papel crucial en la última década del siglo XIX, en Itata pasó a sostener en gran parte su estructura económica; varios factores facilitaron su apogeo, quizás el más importante para los que detentaban el capital, era la mínima reinversión de los capitales al mantener la producción de los viñedos, en comparación al trigo.  

En la nómina de establecimientos profesionales e industria de Itata a principios de la década de 1890, marca un dinámico comercio dentro de la zona, pero, los despachos de licores y sociedades enfocadas en comercializar productos de aquel rubro crecen exponencialmente. Al revisar las cosechas de fines de la década de 1880 y principios de 1890, muestra un claro crecimientos del rubro vitivínicola en la zona y una disminución de la producción del trigo, por lo que los efectos de la crisis económica internacional, sumado al crecimiento de la “frontera” y su consolidación tras la fundación de Temuco (1883), hizo sentir sus efectos en Itata a mediados de la década de 1880, evidenciando la reconversión de Itata a finales de la misma década; los agricultores en Itata pensaron que el ciclo cerealero había dejado de ser el polo dominante, ahora habían dado tímidamente un paso al ciclo viticultor-triguero. 

Si bien, los grandes hacendados de Chile decimonónico estaban preocupados por su producto estrella (trigo), su posición ante la crisis internacional y la incorporación de la fértil Araucanía, los pequeños agricultores de origen popular en Itata[23], absorbieron la responsabilidad de hacer frente a las problemáticas locales y comenzaron a observar a los puertos cercanos, si bien, el puerto de Talcahuano estuvo arrebatado de productos de la “frontera”, el de Tomé, al ver decaer su actividad tras la creciente importancia de Talcahuano, se reinventó hacia el comercio de vino, ese fue el momento en donde los actores sociales de Itata, atentos a las necesidades del puerto, apuestan por el comercio y productividad de viñedos, anteriormente solo relegado a consumo local, a excepción de envíos esporádicos a los principales focos expansivos del Virreinato. Con la creciente importancia del norte minero y su población, aumentaron la demanda de alcohol considerablemente. Un proceso similar sucedió en las florecientes ciudades, aquellos focos comenzaron a atraer diversos productos, a diferencia de los procesos anteriores, se puede encontrar manufacturas y productos en un mayor grado de refinamiento; los actores sociales se habían especializado en la elaboración de productos y con ello, su rechazo dentro de los centros urbanos fue menor. 



[1]Reglamento para el registro de comercio. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. X. NUM. 596, jueves, 22 diciembre 1892. Quirihue. p.1.

[2]Sociedad Comercial. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VI. NUM. 334, jueves, 13 octubre 1887. Quirihue. p.3.

[3]Aviso a los Srs. Agricultores. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VII. NUM. 450, jueves, 30 enero 1890. Quirihue. p.3. “Desde el 1º de Enero quedan a disposición del público las bodegas de Buchupureo a cargo del que suscribe (…) compra trigos al precio corriente de plaza de Concepción o Talcahuano”

[4]Aviso a los comerciantes y agricultores de Quirihue y Cobquecura. Algunas noticias sobre Itata. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VI. NUM. 362, jueves, 3 mayo 1888. Quirihue. p.2. “(…) desde el 1º de octubre del presente año (1888) cobrará la siguiente nueva tarifa: Por remesa de cada 100 ks. De peso o fracción $0.20 (…) No se atenderá el despacho de ninguna carga para persona desconocida sin previo convenio con E. Rondanelli (comisionista)”

[5]¡Coches! ¡Coches! Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VI. NUM. 399, jueves, 31 enero 1889. Quirihue. p.2. “Aviso que desde el 1º del presente (enero) ofrezco al público coches para Tomé, Chillán, San Carlos, Cauquenes y Cobquecura a precios muy módicos. Carlos Garat. Sin duda, el apellido Garat se encuentra relacionado con el desarrollo económico-comercial en las principales ciudades de Itata, tal es el caso de su casa comercial en la localidad de Coelemu, donde fue incendiada (12 diciembre 1889) y tal caso se encuentra en tribunales para esclarecer el asunto. Por su parte, a las personas que tenían cuenta con la sociedad Garat Hermanos y Compañía, se les insta a cancelar antes de fin de año en la tienda de don Juan de la Cruz León”

[6]Siembras. - Resumen que manifiesta la cantidad de semillas sembradas en este departamento en el año 1886. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VI. NUM. 340, jueves, 24 noviembre 1887. Quirihue. p.3.

[7]Agricultura. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VI. NUM. 393, jueves, 20 diciembre 1888. Quirihue. p.2.

[8]Ibídem. p. 2. “están comprendidas las de (…) segar, limpiar, destroncar y todas las que se emplean en las demás faenas de las haciendas.”

[9]Algunas noticias sobre Itata. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VI. NUM. 362, jueves, 3 mayo 1888. Quirihue. p.2. “Los terrenos del departamento de Itata son magníficos para viñas y no necesitan de riego, porque las lluvias se lo proporcionan en gran cantidad. Para terminar en este punto, diré que el trigo y la vid forman la única riqueza de Itata”

[10]Trigo. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VI. NUM. 407, jueves, 21 marzo 1889. Quirihue. p.2.

[11]Trigo Blanco. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VI. NUM. 412, jueves, 2 mayo 1889. Quirihue. p.2

[12]Trigo. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VI. NUM. 413, jueves, 8 mayo 1889. Quirihue. p.2. “Se ha estado ofreciendo para los que remiten a Santiago, pero los compradores de esa localidad no quieren tomar más, ya que tienen demasiada existencia, como porque a esto se combina la circunstancia de haber muy poca agua para moler”

Trigo. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VII. NUM. 414, jueves, 21 mayo 1889. Quirihue. p.3. “En las primeras semanas de junio, el valor del trigo se va a sostener en la plaza de Quirihue a $5.00 fanegas” aviso publicado el 6 de junio de 1889 en el mismo periódico. 

[13]Cosechas. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VII. NUM. 450, jueves, 30 enero 1890. Quirihue. p.3. “El valor del trigo se registra en la plaza de Quirihue”

[14]Harina y Trigo. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VII. NUM. 456, jueves, 27 marzo 1890. Quirihue. p.2.

[15]Trigo. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VIII. NUM. 484, jueves, 2 octubre 1890. Quirihue. p.3.

[16]Nueva casa de comercio. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VII. NUM. 415, jueves, 30 mayo 1889. Quirihue. p.2.

[17]Sociedad Comercial. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VII. NUM. 417, jueves, 13 junio 1889. Quirihue. p.3.

[18]Deposito de cerveza. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VII. NUM. 452, jueves, 27 febrero 1890. Quirihue. p.3. “En la plaza de Quirihue se ha establecido un depósito de cerveza al nombre del señor Luir Rivas Mineti, de las acreditadas fábricas de Chillan y Caracol (Tomé)."  

[19]Matrícula de los establecimientos, profesiones e industria que, según la lei del 22 de diciembre de 1866, deben pagar patente fiscal en el departamento del Itata. Periódico Literario e Industrial. El Arturo Prat. Año. VIII. NUM. 472, jueves, 31 julio 1890. Quirihue. p.2.

[20]Salazar, G & Pinto, J. Historia Contemporánea de Chile III. La economía: mercados, empresarios y trabajadores. LOM Ediciones. Santiago de Chile. 2010. p. 97. “La hacienda ha sido la institución de permanencia más prolongada en la historia de Chile. Se formó muy tempranamente, con las mercedes de tierras entregadas a los conquistadores; se organizó con el primer auge triguero del siglo XVIII, y se estructuró definitivamente en el ciclo triguero del XIX” 

[21]Ibídem. P. 21. “… entre las décadas de 1830 y 1870 la economía chilena vivió, en alas del <crecimeinto hacia afuera>, uno de los períodos más prosperos de su historia”

[22]Collier, S & Sater, W. Historia de Chile 1808-1994. Universidad de Cambridge. Madrid. 1999. p. 119. “En 1878, las exportaciones de trigo y harina habñian disminuido en más de un 30% con respecto a las de 1873. Alrededor de 300.000 trabajadores quedaron en paro, el ritmo de los regocios dismonuyó y el precio de los alimentos subió. ”

[23]Salazar, G & Pinto, J. Historia Contemporánea de Chile III. La economía: mercados, empresarios y trabajadores. LOM Ediciones. Santiago de Chile. 2010. p. 98. “… el verdadero motor del boom agrícola tardocolonial fueron los pequeños productores de origen popular. Estos que él (Gabriel Salazar) denomina labradores, a partir de su propio trabajo familiar, habrían abastecido los diferentes mercados y permitido a los hacendados llevar una existencia parasitaria sustentada en tributos, deudas y exacciones impuestas sobre la verdadera base productora”


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